El Castillo de Rochafrida se encuentra a 7 kilómetros de Ossa de Montiel, en la provincia de Albacete, en las Lagunas de Ruidera, siendo la más cercana la Laguna de San Pedro.
Para llegar a él hay que tomar la carretera de las Lagunas de Ruidera cerca de la Cueva de Montesinos. Desde esta carretera sale un camino a la izquierda que lleva hasta el castillo.
Castillo de origen musulmán, construido a finales del siglo XI y principios del XII, que pasó a manos cristianas tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
Probablemente este castillo cayó en manos cristianas a raíz de la conquista cristiana de los castillos de Alhambra y Peñarroya (entre 1198 y 1200), y de la toma de la plaza de Alcaraz en 1213, por los caballeros de la Orden religioso-militar de Santiago. Sería por entonces, cuando se le denominaría con el nombre de San Felices, en honor a San Félix de Valois, eremita francés que, junto con San Juan de la Mata, en 1197, con autorización de Inocencio III, fundaron la orden de los Trinitarios, que tenía como único objeto el rescate de cristianos.
El 26 de abril de 1216 Enrique I de Castilla (el rey niño) lo entregó a Don Suero Téllez de Meneses, con las dehesas y tierras a su entorno. Pocos años después pasó a manos de la Orden de Santiago. Ya en el siglo XV, durante el reinado de Isabel y Fernando, la fortaleza quedó en absoluto abandono.
El de Rochafrida es un castillo roquero de tipo y destino militares, que posee un recinto amurallado levantado en la roca (denominada dolomía).
La planta del castillo es un polígono irregular de doce lados, forma impuesta por la morfología del terreno, para cubrir y vigilar cualquier recoveco y hueco por el que pudiera acceder el enemigo.
La muralla tiene un espesor de más de 2 metros, y su altura sería también de unos 2 metros. Tiene almenas, y dado lo abrupto del cerro y el buen revoque de la pared con el mortero, la escalada por cualquier lienzo era extremadamente dificultosa. Poseía varias torres, de las que hoy sólo se conserva parte de los muros. El cerro está rodeado por una franja lacustre muy cenagosa de unos doscientos metros de anchura, que hace de auténtico foso. Cuenta además con un puente levadizo sobre el río Alarconcillo. Por todo ello, la fortaleza sería prácticamente inexpugnable, sobre todo por la caballería, que quedaría clavada en el fango ante cualquier intento de ataque.
"En Castilla está un castillo, que se llama Rocafrida; al castillo llaman Roca, y a la fuente llaman Frida. "Dentro estaba una doncella que llaman Rosaflorida". A través de éste romance, uno de los más antiguos que se conocen, os presentamos un castillo militar y defensivo, cerca de la Cueva de los Montesinos.
En el castillo se han encontrado restos arqueológicos que evidencian el origen árabe del castillo, tales como puntas de flecha de hierro, pequeños cuchillos o láminas de sílex, y especialmente pequeñas placas o escudillas forradas de oro, que responden por sus características a un tipo de decoración de origen árabe, en la que los motivos se repiten continuamente rellenando cualquier hueco, como si se tuviera manía a los espacios vacíos. Esta es una decoración geométrica fundamentalmente antiicónica, típicamente árabe.
Al igual que la Cueva de Montesinos la mayor importancia del castillo tal vez sea la literaria, ya que en torno al castillo se encuentran los romances del medievo más antiguos que se conocen, los romances de "Rosafrida" y de "Fontefrida": Rosaflorida es la dueña del castillo, enamorada del noble Montesinos, y Fontefrida es la fuente que hay a la entrada del castillo.
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UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA
Facultad de Letras | Departamento de Historia | Área de Historia Medieval
David Gallego Valle